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Guía para elegir la estación de energía perfecta: cómo prepararte ante apagones y emergencias

estación energía
Nacho Grosso
  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

Piensa en el pasado lunes y las preocupaciones por romper la cadena de frío de tu nevera debido a la falta de corriente. O tener que rescatar las velas del cajón de la cocina. Una estación de energía es una solución barata y versátil que permite seguir prácticamente sin tu ritmo de vida a pesar de un corte eléctrico, y en este artículo deseo proporcionarte la información que necesitas si te estás planteando la compra de una.

¿Qué es una estación de energía?

Una estación de energía portátil es un dispositivo que almacena electricidad en baterías recargables y que permite alimentar otros aparatos, desde móviles hasta pequeños electrodomésticos, sin necesidad de estar enchufado a la red. Sí, como una batería externa para el móvil, pero a lo bestia. A diferencia de los generadores convencionales, no necesita combustible ni emite gases, por lo que es una solución limpia, silenciosa y segura tanto para interiores como para actividades al aire libre. Además, su creciente popularidad ha traído consigo diseños más ligeros, eficientes y con mayor capacidad para adaptarse a un abanico cada vez más amplio de situaciones cotidianas o de emergencia.

BLUETTI AC70

¿Cómo funcionan?

La base de toda estación portátil es una batería de gran capacidad, generalmente de iones de litio o litio-ferrofosfato o LiFePO4, conectada a una serie de salidas que permiten enchufar todo tipo de dispositivos. Lo interesante es que estas estaciones no solo sirven para suministrar energía, sino también para almacenarla desde diversas fuentes, pueden cargarse conectándolas a la red eléctrica, a través del mechero del coche durante un trayecto, o utilizando paneles solares. Esta última opción convierte a estos equipos en una herramienta muy valorada en entornos sin infraestructura eléctrica, ya sea en un camping o en una vivienda desconectada de la red. Algunas estaciones incluso permiten combinar varias fuentes de carga para acelerar el proceso, y cada vez es más habitual que incluyan pantallas digitales o aplicaciones móviles para gestionar el consumo de manera eficiente.

¿Qué potencia y capacidad necesitas?

No todas las estaciones de energía sirven para lo mismo, y es fácil quedarse corto o pasarse de largo si no se tiene en cuenta la potencia y la capacidad. La capacidad, que se mide en vatios hora (Wh), indica cuánta energía puede almacenar la batería. Por ejemplo, una estación de 1000 Wh podría alimentar un dispositivo que consume 100 W durante aproximadamente diez horas. Pero también importa la potencia de salida, que determina qué tipo de aparatos puedes enchufar.

Si solo necesitas cargar móviles o portátiles, bastará con modelos de 300 o 500 W. En cambio, si piensas conectar una nevera, una cafetera o incluso herramientas eléctricas, tendrás que irte a potencias superiores de 1.000 o 2.000 W, con picos que soporten el arranque de estos dispositivos. Elegir correctamente implica hacer una lista de lo que vas a conectar, estimar su consumo y pensar cuántas horas quieres que dure esa energía almacenada.

¿En qué casos son necesarias?

Cada vez hay más motivos para tener una estación de energía portátil a mano, y no todos están relacionados con la naturaleza o el ocio. El reciente apagón eléctrico del 28 de abril, que dejó sin suministro a millones de usuarios durante varias horas, ha servido de recordatorio sobre nuestra vulnerabilidad ante fallos en la red. Tener una estación en casa puede ser la diferencia entre mantener operativa la nevera y comer caliente gracias al microondas, y que, llagada la noche, no quedarse completamente a oscuras. Pero también, y no es una exageración, la diferencia entre la vida y la muerte. Pensemos en el caso de enfermos conectados a respiradores.

También son imprescindibles en zonas rurales o en segundas residencias donde los cortes de luz son frecuentes. Fuera del hogar, resultan muy útiles para acampadas, escapadas en furgoneta o viajes en autocaravana, ya que ofrecen una autonomía energética que no depende del lugar donde estés. Incluso profesionales que trabajan en exteriores se benefician de llevar una de estas estaciones para alimentar su equipo sin preocuparse por la disponibilidad de enchufes.

Elegir tu estación de energía

Entre las marcas más reconocidas encontramos EcoFlow y Bluetti, con catálogos variados y opciones que cubren desde el uso doméstico ocasional hasta el respaldo energético completo en una vivienda. Un buen punto de partida es la EcoFlow RIVER 2 Pro, que ofrece 768 Wh de capacidad y una potencia continua de 800 W, ideal para cubrir necesidades básicas con un tiempo de carga de poco más de una hora. Es ligera, eficiente y compatible con carga solar.

Para quienes buscan algo más potente, la Bluetti AC70 es una opción muy equilibrada: con 864 Wh y 1.000 W de salida, permite mantener activos dispositivos más exigentes y se puede recargar rápidamente desde diversas fuentes.

En un rango más avanzado se sitúa la EcoFlow DELTA 2 Max, con una impresionante capacidad de 2.048 Wh y 2.400 W de potencia, pensada para hogares que buscan respaldo energético total durante cortes prolongados. A pesar de su peso, se mantiene como una solución portátil gracias a su diseño compacto y conectividad con app.

Por último, una alternativa ligera y asequible para quienes solo necesitan energía para portátiles, móviles o pequeños electrodomésticos es la Bluetti EB3A, con 268 Wh, 600 W de potencia y poco más de cuatro kilos de peso. Es perfecta como estación de respaldo para el día a día o para llevar en el coche.

Lo que está claro es que una estación de energía es una compra muy interesante, ya que sus  precios se han democratizado y, visto lo visto, no se sabe cuando tendremos que utilizarla.

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